¿Qué me pasa?

Si usted está diagnosticado de alguna Enfermedad Neurodegenerativa que afecte al sistema visual (especialmente Esclerosis Múltiple y Parkinson) y presenta alguno de estos síntomas o similares:

  • "Como veo raro, me da miedo caminar"
  • "Me cuesta mucho mantener la mirada en la cara de una persona mientras hablo con ella"
  • "Me molesta mucho la luz"
  • "Me encantaba leer, pero ahora no puedo hacerlo porque no veo bien, me pierdo y no entiendo lo que leo"
  • "Noto que a mis ojos les cuesta moverse"
  • "Me choco con objetos al caminar"
  • "Las luces de los centros comerciales me resultan insoportables"
  • "Voy a coger un objeto y, sin querer, lo tiro antes de cogerlo"
  • "Estoy muy incómodo cuando veo la televisión o uso el ordenador"
  • "Se me cansa la vista con poco que hago"
  • "Me duele la cabeza frecuentemente"

Recuerde que estas molestias se pueden solucionar mediante Terapia Visual.

En VISUALAIS trabajamos por y para este "Plan B", porque esperar es bueno pero actuar es mejor.

 

Esclerosis Múltiple y problemas visuales


Esta enfermedad tiene un amplio abanico de signos y síntomas asociados. En torno al 70% de los casos de Esclerosis Múltiple, presentan alteraciones visuales que suelen comprometer la calidad de vida de la persona afecta.

El primer signo aislado, que aparece en muchos casos al inicio de la enfermedad, es una Neuritis Óptica monocular debida al proceso de desmielinización del nervio óptico, es decir, una pérdida repentina de visión (puede acompañarse de fotofobia y dolor) que remite de manera espontánea. Esto no quiere decir que una Neuritis Óptica sea signo patognomónico de Esclerosis Múltiple, pero si un signo de alerta.

Con el avance de la enfermedad pueden aparecer otros síntomas visuales que dificultan la realización de tareas cotidianas y que no se resuelven espontáneamente, aunque se manifiesta en mayor o menor medida en función de los brotes. Entre los que nos podemos encontrar:

  • VISIÓN DOBLE
  • VISIÓN BORROSA EN LEJOS Y CERCA
  • PROBLEMAS DE MOTILIDAD OCULAR
  • NISTAGMUS
  • DOLOR
  • PROBLEMA EN EL CÁLCULO DE DISTANCIAS
  • ALTERACIÓN DE LA VISIÓN EN COLOR
  • OFTALMOPLEGÍA INTERNUCLEAR

 

Parkinson y problemas visuales


Al igual que ocurre con la Esclerosis Múltiple, el Parkinson presenta un cuadro de síntomas visuales muy específico y que comprometen la calidad de vida de la persona afecta.

Los problemas visuales aparecen desde el inicio de la enfermedad, pero se harán más evidentes con el avance de los estadios. Los síntomas no tienen por qué aparecer de manera repentina, sino que lo pueden hacer poco a poco. En muchas ocasiones, suele ocurrir que la persona refiera "antes leía mucho y ahora me da la sensación que no se leer, es como si se me hubiese olvidado".

Entre lo síntomas más característicos de la enfermedad del Parkinson y que dificultan el desarrollo de una vida normal, nos podemos encontrar:

  • PROBLEMAS EN LA MOTILIDAD OCULAR
  • PROBLEMAS PARA MANTENER LA FIJACIÓN EN UN PUNTO
  • TRASTORNOS DEL PARPADEO
  • SEQUEDAD OCULAR Y PICOR
  • VISIÓN DOBLE
  • VISIÓN BORROSA EN LEJOS Y CERCA
  • FOTOFOBIA
  • PROBLEMA EN EL CÁLCULO DE DISTANCIAS Y LA LOCALIZACIÓN DE OBJETOS

 

Terapia Visual en Esclerosis Múltiple y Parkinson


Hay problemas visuales que se solucionan con gafas pero, precisamente en estos casos, no suele suceder.

La Terapia Visual es el tratamiento que mejores resultados ofrece, ya que se lleva a cabo una reeducación del sistema visual. Este tratamiento consiste en realizar una serie de ejercicios controlados y repetitivos durante unos minutos al día, con el objetivo de aliviar los síntomas y mejorar las habilidades visuales mermadas.

En los casos de Esclerosis Múltiple y Parkinson, la Terapia Visual ofrece al paciente una serie de herramientas que le ayudarán a controlar la sintomatología de carácter visual. El paciente aprende unas técnicas que podrá poner en juego cuando su sistema visual lo requiera, por ejemplo, tras un brote (en el caso de la Esclerosis Múltiple).

El objetivo primordial de este tratamiento es mejorar la calidad de vida del paciente, haciendo que pueda retomar tareas tan comunes como la lectura, el uso de ordenador y demás dispositivos eletrónicos o poder caminar de forma segura, entre otros. Porque nos guste o no, estas enfermades están cada vez más presentes en nuestra sociedad y afectan a personas más jóvenes.